Hace unos días, en un viaje de Amovens conversaba con un pasajero sobre la importancia que tienen las redes sociales y los blogs para el branding personal, es decir, la construcción de tu propia marca. Gracias a esa conversación, sobre la que he meditado durante varios días he podido reflexionar sobre la importancia del plan comunicativo que cada uno debe tener para transmitir al mundo lo que cada uno es capaz de hacer. Pero lo más importante no es eso. Lo esencial es saber transmitir la imagen profesional de uno mismo. Y una vez que sabes qué quieres que sepan de ti, transmitirlo. Hay muchas herramientas. Las redes sociales son las más comunes. Pero no dejan de estar 'en antena' los blogs. Sí, como este, los escritos. Blogs, que no Vlogs, que siguen marcando muchas pistas sobre los diferentes temas a tratar. Sobre lo que sabes o sobre tu valía en según que ámbitos.
Una vez que sabemos qué contar sobre nosotros y cuáles son las herramientas que vamos a utilizar, hay que conocer bien cómo funcionan dichas herramientas para lograr el máximo rendimiento posible. Aunque tuvieras una planificación (también fundamental para transmitir las ideas fuertes sobre ti mismo), si no utilizas con eficacia las herramientas, probablemente tu esfuerzo habrá sido en vano. Cada red social tiene sus puntos fuertes. No todas las redes sociales son iguales, ni se puede publicar todo igual, de la misma manera. Igualmente de suma importancia es la constancia. La periodicidad de publicaciones, de artículos y/o de vídeos en los blogs/Vlogs. Ser constantes es fundamental para crear un argumento sólido sobre tu valía en lo que estás trasmitiendo.
El branding personal debe estar medido y ningún detalle debe escaparse. Se trata de funcionar en tus propias redes sociales como una empresa. Tu actitud en las redes, en blogs, en internet, es una oportunidad para que conozcan tu profesionalidad. Es una oportunidad para gritar al mundo lo que eres capaz de hacer. Pero, los resultados no llegan con poco. Como todo en la vida, el esfuerzo, la dedicación, la ilusión, las ganas y sobre todo, la constancia hacen que finalmente lleguen los frutos.
Y por ende, la creación de tu propia marca personal.
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